🌱 Ansiedad cotidiana: entenderla y gestionarla sin juzgarte

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Foto por Daniel Salcius en Unsplash

La ansiedad no siempre grita. A veces se disfraza de cansancio, de ese pensamiento constante que no se detiene, de esa sensación de incomodidad en el cuerpo sin una razón clara. A veces es un nudo en la garganta, otras veces es la necesidad de tenerlo todo bajo control.


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Foto por Omar KH en Unsplash

Si te identificas con esto, no estás solo(a).


¿Qué es la ansiedad y por qué aparece?

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante algo que percibe como una amenaza o desafío. El problema no es sentir ansiedad, sino cuando se vuelve constante, intensa o nos impide disfrutar y funcionar en el día a día.

Desde la psicología cognitivo-conductual, entendemos que nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están profundamente conectados. Muchas veces, la ansiedad se activa por pensamientos automáticos que interpretan las situaciones como más peligrosas o graves de lo que realmente son.


¿Cómo se puede gestionar?

Aquí te comparto algunas herramientas que puedes empezar a aplicar desde ya:


🧠 1. Identifica tus pensamientos automáticos

Haz una pausa cuando sientas ansiedad y pregúntate:

—¿Qué estoy pensando en este momento?

—¿Este pensamiento es 100% cierto?

—¿Hay otra forma más amable de ver esta situación?

Reformular pensamientos no elimina la ansiedad de inmediato, pero sí ayuda a reducir su intensidad con el tiempo.


🌬 2. Respira como si te cuidaras

No se trata de “respirar para calmarte” porque sí, sino de conectar con el cuerpo. Prueba esta técnica simple:

Inhala por 4 segundos – Mantén por 4 – Exhala lentamente por 6.

Hazlo 3 veces seguidas. Esto activa el sistema nervioso parasimpático, que ayuda a recuperar la calma.


📓 3. Registra tu ansiedad

Llevar un pequeño registro puede ayudarte a notar patrones. Anota:

  • ¿Qué situación ocurrió?
  • ¿Cómo te sentiste?
  • ¿Qué pensaste?
  • ¿Qué hiciste?

Este ejercicio ayuda a tomar perspectiva y empezar a conocerte mejor sin juzgarte.


🤲 4. Cultiva momentos de presencia

A veces la ansiedad se alimenta del futuro o del pasado. Regálate pequeños momentos de conexión con el presente:

  • Lavarte las manos prestando atención al agua y la temperatura.
  • Comer sin pantallas por 5 minutos, notando los sabores.
  • Salir a caminar sin audífonos, solo escuchando el entorno.

No tienes que meditar para estar presente. Estar presente es simplemente estar.


🌿 5. Busca apoyo si lo necesitas

Hablar con alguien de confianza, escribir lo que sientes, o iniciar un proceso terapéutico puede marcar la diferencia. No porque estés “mal”, sino porque mereces sentirte mejor y tener herramientas para comprenderte.


Recuerda:

Sentir ansiedad no es fallar. Es sentir.

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Foto por Jasmin Schuler en Unsplash

Aprender a relacionarte con ella desde la comprensión, la autocompasión y el autocuidado es posible.

No todo tiene que resolverse hoy, pero dar un primer paso —por pequeño que sea— ya es parte del camino.

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Foto por Finde Zukunft en Unsplash


Acerca del Experto

Psicóloga especializada en bienestar emocional y crecimiento personal. Enfoque cognitivo-conductual. Acompañamiento empático sin juicios. Más allá de los síntomas.
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